sábado, 26 de diciembre de 2009

Así habló, paganía

A los idiotas que creen que el alcohol los lleva a crear. A mi me llevó a una cirrosis crónica que no puedo curar y que me pesa decírselos por las estúpidas burlas de los estúpidos humanos. Y si quiero ser Dios?. A mi que me importa lo que hagan todos los que hacen lo mismo. Yo soy mi propio Dios. Y no tengo nada para demostrarlo, no ostento nada, no soy como Dalí, ni tampoco pretendo tener una mansión. Solo quiero escribir y cambiar mi mundo con la escritura. Quiero aprender de los mas grandes, para así ahorrarme un poco el camino de llegar a comprenderlos a Uds. seres insignificantes y aglomerados, que no permiten cosas fuera de su lugar y de lo normal. Los únicos cuerdos en este mundo son los locos, y lamento que no pueda volverme loca contigo, como en mis sueños mas pervertidos. Pero a los locos los aíslan. Eso hacen con lo que no sirven. Con los que rompen estructuras. Y duele nadar contra la corriente aunque algunos fingen comprenderlo. Todo es una mentira piadosa, disfrazada de amor al prójimo. Esa emboscada barata de los diez mandamientos. Más cerca está el nacimiento de Jesús y más poseen a mis escrituras sentimientos destructivos. Siento que nunca podré ser libre verdaderamente. La libertad es espiritual. Y a mi se me acabó el espíritu. Algo va a pasar pronto. No puede ser que todo ande tan bien como ahora, tiene que llegar esa clásica represión que me persigue, para poder percibir lo que significa ésta pequeña autonomía. No entiendo la intolerancia. No entiendo las guerras. No entiendo porque la gente pelea, porque no pueden soportar que alguien sea diferente?