sábado, 27 de diciembre de 2014

Las cabezas de piedra: carta para Chile del 2014

Estoy escribiendo esta carta para expresar lo que veo acerca de Chile e invitarlos a reflexionar acerca de nuestro país. Llevo un par de años viviendo en el extranjero y no lo digo para sonar arrogante ni cool ni nada. Lo digo para justificar la visión que tengo del país desde fuera. Vine a visitar a mi familia en estas fiestas y luego seguiré viajando. Veo que éste estilo de vida que he adoptado es difícil de comprender y es criticado por mis pares, por mi familia y por mi misma también. Lo veo así porque está la constante pregunta de cuando te establecerás, cuando tendrás hijos y una familia, te comprarás departamento y trabajarás en tu profesion en un trabajo “de verdad” y serio, con responsabilidades y donde puedas desarrollar tu carrera y ser reconocida por tus pares como alguien exitosa. En estos momentos de mi vida se supone que no tengo nada. Solo tengo recuerdos hermosos de muchos viajes y de gente linda, uno que otro amigo que realmente me importa, muchas visiones e ideas de diferentes paises, pero nada material. Lo que si tengo es un cuerpo saludable y tengo educación, tengo una cara bonita y creo ser bien inteligente, una de las virtudes de las cuales me siento bastante orgullosa. Sin embargo, pareciera ser que eso no es suficiente para ser exitosa. Cuando vengo a Chile y miro mi alrededor, me entristece ver la manera en que nos tratamos y en como somos. A esas miradas envidiosas y el cuchicheo constante entre las mujeres, a esa sensación de que te están apuntando con el dedo sin saber de que hablan, reflejo de la falta de franqueza y comunicación que existe entre nosotros. Algo que me molesta muchísimo es ver que hay tres personas en un puesto de trabajo conversando entre si, que no dejan de conversar cuando ven a un cliente y luego dicen que están muy cansados de trabajar. ¿ Eficiencia en el trabajo ? Veo que dejamos de exigirnos, porque están todos muy cansados de exigirse. Pienso que dejamos de interesarnos por los demás, por los libros, por nuestra cultura, por el bienestar del otro y por conocer profundamente a un otro. Como que de cierta manera tiramos la esponja y dejamos de arreglar el mundo. Eso es para los hippies, dirían algunos. Ustedes, los de cabeza de piedra, no tienen tiempo para eso. Es mejor descansar viendo la tele porque se está cansado todo el fin de semana. Solo hay tiempo para trabajar y no hay tiempo para compartir. A lo mejor sería buena idea descansar compartiendo. Acaso descansar no es una manera de solo despejar la mente. Ya ni siquiera queremos ver a los amigos, es muy cansador. Ya no me gusta salir, no me gusta tomar, solo quiero ver una pelicula con mi pololo/a en la cama. Y en ese pequeño espacio de tiempo en el que se comparte, probablemente una comida, ya no queremos hablar de nada mas que no sea trabajo o de los demás. Cuando salen otros temas, la gente se aburre y prefiere ver la tele o su celular. Mi critica no es al trabajo, es a la manera en que tenemos de ver las cosas. Si que el trabajo es importante, pero cuanto más felices seríamos si es que nuestro trabajo fuese un medio para vivir y no nuestra manera de vivir. Típicas preguntas de un desconocido: “¿ y tú que haces?” . En el fondo, en que eslabón de la escala social estás. Soy escritora, respondo a veces con sarcasmo o soy ingeniera, dependiendo de la confianza que me de decir o no quien soy verdaderamente. Todos nos protegemos un poco. En fin, volviendo al tema, creo que es básico un saludo y una despedida. Ojalá deseándonos un buen día porque sabemos algo del día del otro. Deseando de verdad que las cosas salgan bien. No hay tiempo para saber del otro y creo que tampoco hay interés siquiera. Algo que también creo que deberíamos cambiar, es eso de esperar el error del otro para reirse, para burlarse. ¡Que cosa mas dañina contar una historia para que alguien quiera decirte que su historia es mejor y que la tuya es una basura!. Creo que nos han convencido de que estamos gordos y que somos feos y que eso es lo peor que le podrían decir a alguien, especialmente a una mujer. Ah no que gorda! . Y estas clasificaciones horrorosas de la sociedad, al mas puro estilo chileno: la clase baja son puros indios, la clase media es floja y la clase alta son unos viejos ricachones egoístas que no se mezclan con la chusma. Me parece que éstos ejemplos reflejan algo de nuestra sociedad que no está funcionando armónicamente. Veo también que nos importan mucho las apariencias y somos envidiosos de lo que tiene el otro. Me ha pasado que me han mirado en menos solo por conocer otros lugares, asi como “aay, si po, tu que podi viajar porque no teni hijos” o clasificaciones como “nunca vai a entender lo que es ser mamá”. Pienso entonces en la maternidad y probablemente nunca lo entienda, porque no creo que tenga hijos. Eso no significa que no pueda opinar de lo que veo de las personas que están a mi alrededor y que si tienen hijos. Me imagino que las prioridades cambian y que ya no vamos a salir a entregarnos a las aventuras de la noche como lo hacíamos cuando teníamos veintitantos. Yo soy de esas que va a todas, todavía, porque tengo tiempo y ganas de vivir la vida. Los otros, quizás, han dejado de pensar en la vida. Los temas que teníamos en común hace diez años atrás ya no son los mismos y me entristece darme cuenta, pero es la verdad. Muchos han envejecido, algo así como que a nuestros años la vida se estuviese acabando. Como que fueramos en una cuenta regresiva hacia la muerte en forma de zombies verdes, ensangrentados, devoradores, inconscientes y sin risas. Pienso que no hay que tener miedo de la maternidad o paternidad y tambien pienso que a los treinta años se está en la flor de la vida. Sin embargo, me deprime saber que pasa el tiempo y mis amigos “avanzan” y yo sigo pensando igual que siempre. Algo asi como “ay, pero es que han pasado diez años y tu sigues asi como que tuvieras veinte y la vida no es asi, la vida es dura, uno tiene que avanzar, tiene que trabajar, no es todo color de rosa”, dirían unos. Estoy de acuerdo, en todo caso en mi vida las cosas tampoco han sido color de rosa. En esas cabezas de piedra, se cree que estar en el extranjero es estar de vacaciones y no es así. Uno trabaja igual y se cansa igual, pero en mi opinión, es mas excitante ver cosas nuevas. Es más excitante ser inmigrante. Desde fuera, Chile es exótico, es como que vivieramos en un paraíso de paisajes, de colores y de personas. Nuestra sociedad es tremendamente cruel, grotesca y ciega ante las cosas lindas que tenemos en estas tierras sudamericanas. Pongan atención a las conversaciones generales de las personas. Habitualmente los dos temas mas importantes son: las otras personas y la plata, lo que a mi me parece triste y aburrido. Pienso que los chilenos deberíamos cambiar la visión que tenemos de nosotros mismos y de los demás. Abrir la mente a cosas nuevas. A dejar de criticar por costumbre y empezar a ver el lado bueno de la vida. Al escribirlo, me da la impresión que la negación es automática en las cabezas de piedra. ¡Que utopía mas grande! Sigamos, entonces, con la cabeza cerrada por la monstruosa cortina andina que nos separa de todo, incluso de las ideas. Quisiera que pusieran atención en sus vidas estables y exitosas, ¿Existe luego una sensación amarga como de que aun algo falta? Como que algo pasara y no se sabe bien que es. A mi parecer no es la vida exitosa lo que esta mal, es la actitud de las personas frente a los otros. Somos unos egoistas, pesimistas, chaqueteros y poco sinceros y me gustaria pedirles que reaccionemos, porque bajo todos estos defectos hay virtudes de un pais solidario, amistoso, divertido e ingenioso, con caracteristicas singulares, con cantos y comidas exóticos y diferentes, con paisajes y comunidades únicas, con un gran potencial para hacer las cosas bien, para sentir que avanzamos y que avanzamos por un camino productivo y pacífico. En que las cosas suceden armonicamente. No es el caso hoy en día en mi país y yo creo que es porque solo vemos las cosas malas de todo. Estando en Chile, me doy cuenta que no somos ni los jaguares de Sudamerica ni la Alemania de Europa. Somos un país mediocre, porque eso creemos de nosotros mismos. Creemos que lo único que importa es ser exitoso teniendo cosas, autos y casas. Creo que ser exitoso es ser feliz con lo que uno es, luego viene tener cosas. Me gustaria que estas palabras se quedaran por un pequeño lapsus de tiempo en la mentalidad chilena y que fuese un punto de partida para reflexionar acerca de lo que somos, lo que tenemos y que deseamos como chilenos. Es un buen momento tambien para partir un nuevo año, reflexionando. Quizás ni mis amigos me perdonen esta visión de Chile, pero es lo más sensato que puedo hacer para dejar de mentirle al mundo. Libertad de expresión, dicen por ahí algunos sabios... Espero con ansias la parte en la que empezamos con los comentarios y pongan atención a lo que ahi sucede. Es el reflejo de nuestra idiosincracia. Muchas disminuciones, como eri una amargada de mierda, te falta un pico o una vagina, ándate al extranjero entonces si no te gusta Chile, etcetera etcetera etcetera...Veamos que sucede.