lunes, 26 de septiembre de 2011

Fuck you

Con el ángulo perfecto
de una bofetada
me ignoraste tanto
que quedé olvidada
en un cajón oscuro, con mierda y semen de tus nuevos amantes que me hacen hervir la piel, la sangre y el pelo.
Y ésta va con rabia.

Mi soledad es infinita y mi desahogo, imposible.
No encuentro el modo de sacarlo todo.
Creo que me gustaría tenerte enfrente mío, recortarte la boca, guardarla en mi refrigerador y buscarla cada vez que sea necesaria.

Ya te odio tanto que te necesito.
Ya me desagrada tu manera exquisita de existir.
Ya te extraño demasiado.
Ya no me eres indiferente.
Síndrome de abstinencia, creo que se llama.

Estoy totalmente desesperada y creo que enloquezco cada día un poco más, especialmente esos días en que la tentación es ilimitada. La tentación de dejarme caer seducida en tus manos virtuales me hace pensar en ti cada uno de los microsegundos de mi puto día.
Como puedo sanarme de ti?

jueves, 22 de septiembre de 2011

La curiosidad mató al gato.

No pude resistir la curiosidad.
Espero no haberte asesinado.

martes, 13 de septiembre de 2011

Nirvana


Tengo algunas teorías de la vida, éntre las cuales he observado que uno siempre vuelve al inicio, a su esencia y en situaciones de stress toda mi esencia se destila y logro ver lo que soy. Defectos y virtudes mezclados en un mismo licor. Hoy me siento creativa. Me siento potente. Como hay otros días en los que estoy totalmente perdida y los astros no me guían. Le pido a las fuerzas universales que guíen mi destino por un camino de dinamismo y creatividad y que nunca me desamparen del conocimiento y la belleza. Hay algo dentro de esa foto de la vía láctea que me llama especialmente la atención y es la luz del centro. Y que cada vez esta más al centro dentro de su mismo centro en el centrismo de la centralidad. No les marea un poco? Yo pienso que en ese centro está mi esencia, desde ahí nace todo y dentro de mi esa vía láctea llena de luz y estrellas que destellan como mil petazetas, a eso, a eso yo podría llamarlo alma. Y esa alma que esta acá dentro, encerrada por una capa de piel está tratando de caminar hacia lo desconocido. La fuerza centrifuga que sigue moviéndose cuando todo se ha detenido esta cesando y ahora hay que comenzar hacia el otro lado. Y no siento que sea una lucha, siento que tan solo es así. Siento una tremenda calma al pensar que mi universo se va a expandir y estoy emocionada, como al borde de ver a buda en carne y hueso y poder darle mi mano. Veo que no hay nada de que preocuparse, como que ya todo estuviese listo para mi. Como que es mi turno. Las cosas van a empezar a pasar.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Acusacion

La tristeza me está ahogando. Me está ahogando como esa asquerosa y aplastante capa que cubre Santiago y que tuve la ilusión de que no estuviese, pero si estuvo. Y además no se mueve, al igual que mi pena. Mi acusación es que ella no me aprecia. Si me quiere, pero no me aprecia. Porque si es que me hubiese apreciado se hubiese venido conmigo a Chile, o si es que me apreciara por lo menos hubiese tratado de consolarme, pero no hizo nada, solo me pidió favores. Tramites. Materiales. Cartas y canciones. Me estoy desilusionando y no se si esto haya que advertirlo. La verdad es que yo creo que no, porque como siempre en mi yo interno no hay nada seguro, es solo una teoría barata de una barata encogida dentro de su caparazón de quitina cruda con baba. Me siento como una alfombra persa vomitada por los borrachos del barrio alto de Santiago, con colillas y cocaína. Y también me siento como una flor radiante en primavera alistándose para sus primeras conquistas de la temporada, para crear a sus nuevos hijos. Para embellecer el planeta, el aire, el agua.
Tu sombra me pesa, Alejandra. Cuelgas tus cadenas sobre mí y eso me cansa. Te azotas contra mí en vez de encontrarme. Donde estas? Donde quedo tu inteligencia? Acaso fue todo una ilusión? Donde quedaron tus necesidades de mi presencia en tu vida? No entiendo. Entiendo que quieras estar sola, pero no entiendo porque me quieres a tu lado si es que quieres estar sola. Quizás eso es exactamente lo que me tiene mal, porque yo no se lo que soy de ti. Quieres que te espere, supongo, pero es que qué es lo que tengo que esperar. Por qué te tengo que esperar? Tú me abandonaste y además ahora no quieres volver. Me siento tu esclava. Déjame libre.