Siempre

Es de madrugada y yo no te abrazo porque mi cuerpo se siente cansado. A veces lloro encima de tu brazo; a veces tu te acomodas en mi abdomen. Me miro desde tu tragaluz. Escucho en silencio mi llanto desesperado. Hay gritos en la habitacion. Quiero dejarte, pero no puedo por lo tanto vuelvo. Vuelvo a llorar, ahora en tu cuello. Te ruego por tu bien que te alejes de mi y sin muchas explicaciones me empujas con una mezcla entre asco y rabia. Te diste cuenta de algo, de algo distinto a las otras camas. Volvemos a fumar. Ahora no nos miramos. Dormimos un poco y sin querer encuentro un pedazo de dedo en mi dedo. Primer contacto. Disminuye mi cansancio. Me siento en el borde del momento, pero no me hundo. Ya no quiero mirarte. Mis huesos se enfrian despues. Vuelvo a dormir y cuando despierto me doy cuenta que me has tirado por la ventana. Alcanzo a aferrarme y ahora espero, colgada de la solana, tu busqueda.Esta vez no vendrá a buscarme, reflexiono con algo de curiosidad; pero nunca nos cansamos de tirarnos una y otra vez por las ventanas. Siempre colgamos de los bordes. Siempre queda algo pediente a lo que aferrarse. A veces tu, a veces yo. Ésta vez me pregunto cuando podré ver lo que hay al caerse?