(Extracto de Demian, Herman Hesse)
Nuestra voluntad no es libre. Nadie puede pensar lo que quiere y hacer pensar a otro lo que a uno se le antoje. Lo único que puede hacerse es observar bien a alguien, para poder acertar lo que piensa o lo que siente en un momento dado y anunciar lo que hará en el momento siguiente.
Cuando un animal o un hombre orienta toda su atención y toda su voluntad hacia una cosa determinada, acaba por conseguirla. Y lo mismo ocurre en nuestro caso, si observas bien a un hombre acabarás por saber de él mucho mas que el mismo.
Si una de esas mariposas nocturnas de las que hablábamos pretendiese orientar toda su voluntad hacia una estrella o hacia cualquier otro objetivo semejante , no lo conseguiría. Pero no lo intenta siquiera. Intenta solo aquello que tiene para ella un sentido y un valor.
Yo puedo fantasear muchas cosas, imaginarme, por ejemplo que me es necesario ir al Polo Norte, o algo semejante; pero solo podré realizarlo cuando el deseo viva realmente en mi con suficiente intensidad y todo mi ser se halle penetrado en él. Cuanto así sucede, en cuanto intentas algo que te es ordenado desde el interior , acabas por conseguirlo y puedes enganchar y manejar tu voluntad como se te antoje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
el último párrafo me hace pensar
ResponderEliminar